Ya lo decía Maradona: Barcelona, el club que desprecia, olvida y ningunea a sus ídolos

Lionel Messi, Andrés Iniesta, Xavi, Sergio Busquets, Jordi Alba, Gerad Piqué, Dani Alves. La lista de futbolistas históricos del Barcelona FC que tuvieron que terminar su carrera abruptamente o en otro lugar, sólo en los últimos años, es larguísima. El fair play financiero, esa excusa con la que la dirigencia que encabeza el presidente Joan Laporta logró desprenderse de tantas figuras, fue el mascarón de proa de una vieja política que se repite durante toda la existencia de la institución catalana: soltar a sus ídolos.

Esta conclusión no es personal, ni está basada únicamente en una interpretación de datos objetivos respecto a la dinámica de los contratos del Barcelona, sino que la hizo el mejor de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, cuando era entrenador en México y fue consultado al respecto en una entrevista del diario deportivo español Marca.

"A Messi lo podían comparar con Ronaldinho. Ronaldinho hizo llover en Barcelona, y sin embargo nadie se acuerda. Eso es lo que tiene el Barcelona, olvida a los ídolos muy rápidamente. Vos preguntá por Rivaldo, lo que hizo, se olvidan muy rápido", sentenció el barrilete cósmico durante el reportaje ofrecido.

Maradona venía hablando de la relación con Lionel, la cual muchas veces enfrentó rumores de peleas o distanciamientos, una historia que terminó con Messi con la 10 de Newells que uso Diego puesta, a días de su fallecimiento y jugando para el Barsa. "Sabés cómo son los diarios de Barcelona siempre van a querer que nosotros estemos peleados", le explicaba al periodista. "Pero yo me como un asado con Leo, jugamos un tenis fútbol y somos felices", aseguró el campeón en México 1986.

Justamente a Maradona le tocó ser uno de esos. Si bien no pasó todos los años que sí vivieron otros referentes blaugranas, su pasó entre Boca Juniors y el Nápoli también estuvo cargada de buenos y malos recuerdos, como la terrible fractura del maléolo externo y la rotura del ligamento del tobillo izquierdo que le propinó Andoni Goikoetxea del Athletic Bilbao.

Aunque Diego el comentario lo había hecho en referencia a Lionel, a quien dirigió durante el Mundial de Sudáfrica 2010, allí mencionó a los dos media puntas brasileños de excelente pie y gambeta, que lucieron los colores del equipo catalán -y sus mejores años como deportistas- y fueron olvidados con el tiempo.

Probablemente el único que pueda no entrar en esa lista es el defensor Carles Puyol, campeón del mundo con España en Sudáfrica 2010, quien jugó toda su carrera en la división B y en la primera del Barcelona y se retiró en 2014. La lógica mercantil del fútbol, que impone que mientras más adelante del campo se juegue, menos se cobre y más baratos sean los pases, tampoco fueron la excusa para que sí el central de rulos se quede hasta su retiro.

Esto se evidenció luego de que Piqué filtrara la bronca que tenía con el club catalán por la excusa del fair play financiero. El exabrupto contra la camiseta que vistió durante tantos años fue en el marco de las negociaciones que todavía sostenían Jorge Messi y Laporta, en la cual el representante del rosarino confesó que su hijo jugaría gratis con tal de volver al Barsa.

"Lo de liberar el salario, me hace mucha gracia porque nos hemos ido y seguimos teniendo el fair play financiero. ¿Quién más se tiene que ir?", se preguntó el fundador de la Kings League en un stream que brindó junto a Ibai Llanos. Justo se había confirmado que este año les tocaría a Busquets y Alba recibir la noticia de la no renovación del contrato. "En teoría éramos nosotros los causantes por nuestros salarios. Nos hemos ido todos. Ahora no estamos y tampoco pueden inscribir", reclamó el ex de Shakira.

Para estos ídolos del club, lo del fair play financiero es una excusa para hacerlos salir antes de su retiro y cortar sus salarios con el fin de aminorar gastos. Una idea que da vuelta por muchas de las cabezas que esperaban que Messi pueda volver al Barcelona.

Yendo un poco más atrás en la historia, está el ejemplo del mejor jugador de fútbol que vieron nacer los Países Bajos. Se trata de ni más ni menos que Johan Cruyff, aquel integrante de la naranja mecánica que fue embajador del fútbol holandés por todo el planeta y que jugó cinco temporadas, entre 1973 y 1978, en el club catalán.

Allí, luego de negarse a participar de la Copa del Mundo de Argentina 1978 por el gobierno genocida que imperaba en el país, y tras haber hecho 60 goles en 180 partidos -e incontables asistencias-, el futbolista naranja tuvo que terminar su vínculo con la institución española para irse al flamante fútbol estadounidense del cual se estaba retirando el 'O Rei' Pelé.

La decisión política que tomó para no venir a la Argentina, no fue la única que tuvo en su vida. En aquellos años, Cruyff se adaptó a la cultura catalana con mucha vehemencia, al punto de nombrar a su tercer hijo Jordi, inspirado en el patrón de Cataluña Saint Jordi. La decisión de nombrar al chico así, generó problemas con el régimen y el dictador Francisco Franco, que todavía estaba vivo para cuando llegó al mundo este bebé.

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España tenía prohibido poner nombres catalanes, vascos y pertenecientes a todas las culturas que hacen la diversidad española. Fue por esto que, Cruyff debió bautizar así a su retoño, pero en Países Bajos, ya que en la península ibérica sólo le permitían Jorge como reemplazo.

Se ve que la tibieza de la dirigencia del Barcelona ya existía en aquel entonces, ya que fueron ellos mismos quienes decidieron dejar afuera a Johan para evitar problemas con el régimen dictatorial. Una vergüenza camino a la restauración de la democracia en España.

Ninguno de esos gestos logró el desamor del subcampeón del mundo en Alemania 1974, quien retornó a la institución para ponerse al mando de la primera división a mediados de 1988, y se mantuvo allí hasta 1995, dejando una marca enorme de 12 campeonatos y un muy buen fútbol inspirado en la naranja mecánica, recordado hasta el día de hoy, y que influenció como futbolista -y para el resto de su carrera- a Pep Guardiola, quien lo tuvo de entrenador y siempre reconoció que fue quien más y mejor lo marcó en su carrera como director técnico.

Al igual que tantas otras veces en tantos otros temas, Maradona volvió a demostrar -desde su tumba- que tenía razón. A Cruyff lo terminaron corriendo del cargo cuando se le escaparon los tres títulos y se quedó sin nada. La conducción lo pagó tiempo después, por el apoyo irrestricto que recibió el ídolo de parte de su público, una vez que abandonó el banco de suplentes.

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Además de aquella entrevista donde Diego dijo lo que se contó más atrás, hubo otra oportunidad en la que en una conferencia de prensa advirtió a los presentes que el Barsa no debía dejar partir a Ronaldinho. "No se lo puede criticar de la manera en que se lo critica. Por favor, les pido, a los barcelonistas de verdad, que retengan a Ronaldinho, porque si va al Milán o a otro equipo, cuando llegue a Barcelona los va a vacunar, les va a hacer tres goles", recomendó el 10.

"No hagan lo mismo que hicieron con papá, con Rivaldo, con Ronaldo, con Romario, con Figo, y así te puedo decir de un montón de jugadores que echaron por celos. Y la que pierde siempre es la gente", concluyó el nacido en Villa Fiorito.

A Messi le robaron el sueño de retirarse en el club que lo vio nacer. Pero en el fútbol, tiempo al tiempo, todo se paga, y esta no va a ser la excepción.

Fuente: BigBangNews